Aunque queda fuera del objetivo de este trabajo, que es la Bahia de Cádiz, incluyo como curiosidad las siguientes referencias a Sanlúcar de Barrameda.
Hay que remontarse a 1865 cuando Manuel Montaut y Dutriz proyectó un tranvía de tracción animal entre la Plaza de la Aduana y la playa de Sanlúcar. Como se puede comprobar en la imagen de Google Earth, hoy lo consideraríamos más un atractivo lúdico que realmente un medio de transporte, ya que su recorrido se limitaba a recorrer de arriba a bajo el actual paseo de La Calzada.
Obtuvo la concesión ese mismo año con la modificación de que circulara por el lado izquierdo de la Calzada en lugar del derecho pero el proyecto no comenzó hasta 1878 y se inauguró en agosto de 1879. El recorrido no llegaba a los 500 metros y contaba con una vía única de 1,44 metros de ancho. Para su explotación se utilizaron dos coches y tres caballerías.
En 1907 había pasado a propiedad de Guillermo Garvey, el cual mejoró el servicio con un recorrido de 700 metros desde la plaza Reina Mercedes (hoy de los Cisnes) hasta el final de la Calzada. Sin datos precisos sobre su fecha de inauguración, estuvo en servicio hasta 1925. El cierre fue debido al mal estado de conservación de las vías y los coches.
La página euroferroviarios.net dice que el requerimiento para el traslado de las vías al lado izquierdo del paseo de la Calzada se realizó en 1901, cuando era propiedad de la ya viuda de Montaut. Una vez hecha la obra lo vendió a la marquesa de las Cuevas del Becerro, la cual lo alquiló al ayuntamiento hasta su cierre.
Se puede añadir como anécdota que en ese año el precio era de 10 céntimos de peseta, existiendo abonos de temporada.
En 1892 se hizo otra concesión. Esta vez era para un tranvía hasta Bajo de Guía con tracción de vapor y ancho métrico. Iría sobre el nuevo paseo marítimo con una longitud superior a los 800 metros. Era el eje de una urbanización donde se construyeron villas a cargo de la élite social de la época y donde se asientan algunos de los edificios más bonitos de Sanlúcar.
Además de esto también hubo dos proyecto de tranvía eléctrico, que no se llegaron a ejecutar: uno a cargo de Pedro Vives y otro por Salvador Arizón.