Existió una primitiva estación al finalizar la construcción de la línea Sevilla - Jerez. Se trato de un modesto edificio hasta la construcción de la estación definitiva.
Andaluces propuso la construcción de una nueva estación, proyectada por el ingeniero Agustín Juberd, iniciando las obras en 1901 y terminando al año siguiente.
La estación de Sevilla - San Bernardo era conocida en Sevilla como la "estación de Cádiz". Toma su nombre del barrio donde se encuentra. Empezó a funcionar en 1902 perteneciente a la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces. Aún se encuentra en la estructura metálica a ambos lados de los antiguos andenes el escudo de "Andaluces" sobre el nombre y el emblema de la ciudad.
Estación de San Bernardo 1906
Tras ser incautada el 1936 durante la II República por su estado financiero, “Andaluces” fue gestionada por la Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste hasta que en 1941, al igual que todas las líneas de ancho ibérico, la compañía y la estación pasaron a manos de RENFE. Estuvo operativa hasta 1991.
El edificio presenta semejanzas con otras estaciones, como la de Cádiz, en cuanto alterna piedra y ladrillo en su construcción. La principal diferencia es que el edificio sólo está a un lado de las vías y no a los dos. La explicación es que, al igual que la de Jerez, es una estación "de paso" y no "término". Por ello sólo se accedía a ella por un lateral de las vías, las cuales transcurrían en paralelo al edificio, siendo necesario cruzarlas si el tren estacionaba en una vía más alejada. Adopta un aire clásico por sus pilastras, balaustradas y arcos de medio punto.
Estación de Sevilla - San Bernardo en la actualidad
Próximos a la estación, en el lugar que ocupa hoy el parking Campamento, se encuentran los viejos depósitos de agua para abastecer a las locomotoras de vapor. La estación tomó relevancia convirtiéndose en punto de conexión con Cádiz, Marchena, Bobadilla, Málaga, Granada... Tanto es así que llegó a contar con depósito de locomotoras próximos a los depósitos de agua para las mismas. Constituyó la cabecera de la línea Sevilla - Cádiz.
La importancia de la estación fue tal que contaba con una extensa área de reserva. Entre sus instalaciones contaba con una rotonda con siete vías a cubierto y cuatro descubiertas, puente giratorio para poder invertir la dirección de las locomotoras, cocherón de carruajes y varias vías de servicio adicionales. Aún es posible encontrar algunas de sus correspondientes toperas. Se completaban con dormitorio de maquinistas y carbonera. Estaba algo alejada del edificio de la estación en la salida en dirección a Cádiz. El conjunto ocupaba algo más de dos hectáreas.
El trazado de la línea dividía la ciudad por lo que se construyeron tres puentes: calle Oriente, Enramadilla y San Bernardo. Éste último aún se conserva y es conocido popularmente como el “de los bomberos”. La línea hacia Córdoba era propiedad de MZA y tenía la estación Plaza de Armas. El enlace con esta línea se hacía en la “estación de empalme”, que estaba en San Jerónimo junto al Guadalquivir.
Al ser gestionada por RENFE, la de Plaza de Armas quedó como estación término para los tres que empezaban o finalizaban recorrido en Sevilla mientras que San Bernardo era el sitio de parada para aquellos que sólo atravesaban Sevilla.
La celebración de la exposición universal de 1992 facilitó una renovación del trazado ferroviario en Sevilla ya que las obras de infraestructura incluían la llegada de la Alta Velocidad hasta la nueva estación de Santa Justa.
Plaza de Armas cerró y todo el tráfico se concentró en San Bernardo hasta su cierra el 2 de mayo de 1991 llegando ya los trenes a la nueva estación de Santa Justa. El edificio de viajeros se dedicó en principio a oficinas de RENFE y luego se habilitó temporalmente un mercado municipal: el "Mercado de la Carne". Como suele ser habitual la provisionalidad lleva camino a hacerse eterna.
Bajo la estructura metálica que constituía la cubierta, se ha instalado un gimnasio sin alterar la antigua construcción.
Las nuevas vías van bajo tierra por lo cual la estación perdió su utilidad. En sus proximidades se construyó un apeadero también subterráneo, que lleva el mismo nombre. Constituye un auténtico intercambiador por cuanto en su interior tienen parada tres líneas de Cercanías de Sevilla y la del metro. En el exterior es posible enlazar con varias líneas de autobús urbano así como el tranvía. También circulan por esta estación pero sin parada las líneas de media y larga distancia procedentes y con destino Cádiz.
Esta es la imagen más antigua de la estación en activo, realizada el día de su inauguración. Se puede observar un tren encabezado por una locomotora de Andaluces que aún lleva una placa con las iniciales "C.M.". Era una de las locomotoras que pertenecieron al ferrocarril Córdoba - Málaga.
Las obras aún no estaban concluidas en su totalidad y la marquesina aún se encuentra sin los cristales.
Foto 26 de febrero de 1907, sin datos del autor.