Las estaciones de ferrocarril son consecuencia de la revolución que supuso este medio de transporte para su uso por pasajeros. La necesidad de cubrir grandes espacios como fábricas, almacenes o mercados hicieron cambiar la arquitectura hacia lo útil y funcional. A partir del primer tercio de siglo XIX se construyeron obras como la Biblioteca Nacional de París, la cual puso de manifiesto las cualidades del hierro y el cristal a la hora de conseguir espacios diáfanos y luminosos.
La primera estación de ferrocarril se construyó en Inglaterra en 1830 para la línea Liverpool - Manchester. Su estilo influyó en las siguientes construyendo un edificio para viajeros unido a un hangar con marquesinas construido en base a los nuevos materiales que se usarían también en las exposiciones universales de Londres y París del siglo XIX.
En España la estación de las Delicias de Madrid se construyó al estilo de la Galería de Máquinas de la Exposición Universal de París de 1879, logrando un espacio diáfano usando hierro y ladrillo. Igual se hizo en otras estaciones como la de Atocha, las del Norte de Valencia y Barcelona, la de Cartagena…
Cádiz luchó por la llegada del ferrocarril y su conexión con Madrid pensando en el beneficio que supondría para el puerto de la ciudad. Hoy hablamos de intercambiadores de transportes como una idea novedosa pero vemos que ya se imponía con evidente lógica desde la progresiva implantación del ferrocarril.
Por ello la primitiva estación se construyó junto a uno de los muelles de la ciudad. Sobre el mismo lugar se construyeron luego otras tres. Además hay que añadir otras estaciones y ramales para dar servicio a empresas particulares y al puerto. La más famosa fue la de la Segunda Aguada en la que paraban incluso lo que hoy se llaman trenes de Media Distancia (Cádiz - Sevilla). El soterramiento de las vías dio pie a la construcción de las estaciones de San Severiano, Estadio y Cortadura.
Las primeras estaciones que se construyen en Andalucía daban una sensación de provisionalidad sin pasar algunas de casi meros barracones que hacen la función de edificio para viajeros. Hay excepciones como Córdoba o Sevilla.
En Andalucía fue muy significativo el empleo del estilo ecléctico en las estaciones de Córdoba, Almería, Málaga, Sevilla-San Bernardo y Cádiz. Los motivos decorativos fueron muy diferentes aunque se dio un predominio de los elementos neomudéjares: arcos de herradura, celosías, ladrillo rojo...