El enlace de la estación de Jerez de la línea Sevilla - Cádiz con la de Jerez - Sanlúcar de Barrameda - Bonanza fue proyectado en 1877 por el ingeniero Eduardo Hidalgo, contratado por Joaquín de la Gándara Navarro. El tramo original Jerez - Bonanza, concedido a J. de Bestemandi y Pareja, se basó en el proyecto del ingeniero Agustín Merello Alberti (1886).
Además del tren urbano "del vino", se necesitó conectar Jerez con otra ciudad del marco. Este ferrocarril, famoso por aparecer en la película "El pescador de Coplas" de Antonio Molina, era conocido en Sanlúcar como el tren del barrio alto y llegaba donde hoy está el colegio Blas Infante.
Esta línea de 29 km, concesión ferroviaria inicial de 1830, unía Jerez, El Puerto de Santa María, Rota y Sanlúcar de Barrameda. Solicitada en 1829 por Marcelino Carrero y Portocarrero, se la conoció como el "Ferrocarril de María Cristina". Su nombre hacía referencia a María Cristina, regente de Isabel II, cuya mención en el nombre del ferrocarril fue más un acto de agradecimiento que de reconocimiento por apoyo real, dado que ella intervino en numerosos negocios para acumular su fortuna.
A pesar de esto, sólo se construyeron 456 km de vía en España. En el negocio participaban también el marqués de Salamanca y el amante de la regente (conocido como Fernando VIII por su influencia). La corrupción fue tal que las Cortes adelantaron la mayoría de edad de Isabel II para alejar a la regente y su camarilla del poder.
Estación de Bonanza en estado de abandono en 1985
Este trazado aisló El Puerto de Santa María, generando conflictos al reducir la importancia del Guadalete y El Puerto como vía de comunicación. El Ferrocarril de la Costa, más enfocado al transporte de personas que de mercancías, mitigó parcialmente este efecto.
De la ley de concesión de 8 de marzo de 1830, destacan los siguientes aspectos:
Se requería la compra de un barco de vapor y la construcción de un muelle en Rota para el tránsito, completando la línea de ferrocarril con un servicio marítimo de pasajeros entre Cádiz y Rota. El presupuesto era de 200.000 pesos fuertes (4.000 acciones de 50 pesos).
Las máquinas de vapor y piezas necesarias estaban exentas de derechos de entrada en España.
Se debían adquirir 2 máquinas de vapor ("caballos de hierro"), 2 coches prolongados ("ómnibus") y 18 carros para el transporte de vinos.
Para votar en la Junta Administrativa (tres miembros), se necesitaban 5 o más acciones; para ser miembro, 15 o más. El Sr. Calero y el Capitán General de Andalucía (Juez Protector) eran vocales natos.
El dividendo anual de las acciones sería del 5%, con reparto adicional de utilidades si las hubiese.
A los 25 años de establecida la empresa, finalizaría el privilegio exclusivo del Sr. Calero, quien cedería la mitad de sus beneficios al Crédito Público de España.
Peso fuerte es el nombre genérico con el que se conocía el real de a ocho español, moneda de gran difusión en América y Filipinas hasta principios del siglo XIX.
Marcelino Carrero y Portocarrero fracasó en la obtención de capital y abandonó la concesión en 1838.
En 1854 se reactivó el proyecto de la línea Sevilla-Cádiz (vía Sanlúcar de Barrameda). La empresa del ferrocarril de Jerez al Trocadero intentó sin éxito el tramo Jerez-Bonanza.
En 1857, José Gabarrón solicitó licencia para el proyecto y obtuvo el permiso en 1861, pero no se llevó a cabo. Otro intento de 1859, con concesión a Rafael Esquivel, también caducó por falta de desarrollo.
Joaquín de la Gándara consiguió financiación para el proyecto Jerez-Sanlúcar, con 6.000.000 de reales de los ayuntamientos de la línea. Las obras comenzaron en agosto de 1866, dirigidas por el ingeniero Leopoldo Brokman (conocido en Jerez como "el ingeniero romántico" por un proyecto de cruce del canal de la Mancha).
Grupo de ferroviarios junto a la locomotora número 263 de Andaluces. La máquina parece situada a la entrada de un puente giratorio. Estas locomotoras se fabricaron en 1891 por la Sociedad Alsaciana y su rodaje era 0-3-0.
La línea Jerez - Bonanza, de 23 kilómetros, operó desde el 30 de agosto de 1877 hasta su clausura por Renfe el 6 de octubre de 1965. En 1877 se inauguró el tramo Jerez-Sanlúcar, y en 1887 el de Sanlúcar-Bonanza, que inicialmente tuvo tracción animal. La construcción, que se tramitó desde 1860, duró solo cinco meses gracias a la orografía sencilla y a que las vías (carril Vignole ligero de 27 kg/m) se colocaron directamente sobre el suelo, sin balasto.
El carril tipo Vignole, ideado por John Stevens (1831) e introducido en Europa por Charles Blacker Vignoles (1836), se adoptó rápidamente. Consta de tres partes: cabeza (superficie de rodadura y zona de desgaste), patín (base ancha que se apoya en la traviesa) y alma (parte central de menor espesor que une la cabeza y el patín).
La línea partía de La Alcubilla (con un apeadero), pasaba por Las Tablas (otro apeadero), y terminaba en el muelle de Bonanza en Sanlúcar. Destaca el apeadero de la Huerta de Iraola, cuya única función era el acceso del cardenal Segura a su finca de recreo, un hecho que hoy sería noticia.
La estación Jerez - La Alcubilla fue criticada desde sus inicios (diario El Guadalete, 12 de diciembre de 1908) por ser una "zahúrda". Se exigía urgentemente un andén, ya que los estribos estaban a medio metro de altura, obligando a los viajeros a usar escalerillas. Era incomprensible que, a 32 años de la inauguración de la línea, la estación careciera de andén de viajeros y muelle de mercancías, considerándose los abusos de la Compañía Andaluces "escandalosos". Tras el cierre de la línea, el edificio fue demolido en 1988.
Inicialmente, la ruta ferroviaria de Jerez a Sanlúcar cubría 25 km. El enlace con el muelle de Bonanza se logró mediante un ramal de 3,5 km, concedido en 1883 a Ferrocarriles Andaluces. La concesión exigía tracción animal o máquina de vapor fija en el muelle, con un plazo de un año para la obra (valorada en 185.000 pesetas) y un depósito de fianza del 3%. Esto permitía de forma rápida y cómoda hacer el transporte de mercancías hasta los barcos.
Inaugurada el 12 de octubre de 1884, la línea fue concedida a Eduardo Hidalgo. La construcción, a cargo del contratista Joaquín de la Gándara, se dividió en secciones.
La concesión fue a perpetuidad, sin exigencias de material de tracción ni vagones. Utilizó material móvil de la sociedad Sevilla a Jerez y Cádiz, también de Andaluces.
En la Junta General de Accionistas de Andaluces (26 de junio de 1926, ejercicio 1925), se informó de la finalización inminente de la construcción de un muelle pesquero en la estación de Sanlúcar Pueblo, con la vía de servicio ya instalada.
El tren transportó pasajeros a Jerez, viñas y campos durante años. El primer tramo en desaparecer fue el de Bonanza al muelle, quizás por el declive del puerto en favor de Sevilla. Las vías en las calles de Bonanza se retiraron en los años 70 del siglo XX al remodelarse el barrio.
El 17 de diciembre de 1964 se decretó la extinción de la línea, argumentando un déficit de explotación. Sin embargo, el tren, apodado "la Carreta" por su lentitud (tardaba una hora y cinco minutos de Jerez a Sanlúcar), se había quedado obsoleto sin renovación. Conocido como el tren de las viñas y considerado una "oveja negra", cerró tras 88 años. Solo quedó el apartadero Jerez-Alcubilla como enlace con la línea Sevilla-Cádiz.
El Ayuntamiento colocó una locomotora como homenaje al tren sanluqueño en una rotonda del antiguo recorrido del barrio alto, cerca de la estación.
Ferrobús y locomotora 0-3-0 es-Andaluces en el servicio Jerez - Bonanza
Es curioso que Jerez solo tenga la estación central y un apeadero en el aeropuerto, pese a haber tenido varios. Se rumorea la construcción de un nuevo apeadero al norte, pero sin fecha.
Tren saliendo de Bonanza a la altura del pinar de la Dinamita y al fondo el faro
La circular de la zona de Sevilla del 21 de octubre de 1964 establecía el mantenimiento de un ramal industrial de 3.850 metros con origen en Jerez de la Frontera, destinado a la derivación particular de González Byass.
La foto que acompaña a este texto está tomada el 5 de octubre de 1965 en la estación del Barrio Alto justo el día anterior al cierre de la línea.
Se recuerda que los usuarios subían al tren en la estación jerezana de La Alcubilla (hoy rotonda de Cuatro Caminos). Hay testimonios de la extrema lentitud del tren, que permitía a los viajeros bajar a coger uvas y volver a subir. La línea se usaba tanto para el trayecto completo como para viajes cortos entre Jerez y los apeaderos cercanos a las fincas, y entre Bonanza y el Barrio Alto de Sanlúcar.