Es algo casi anecdótico y no se puede considerar talmente como un ferrocarril más que en un sentido muy estricto. En Fuentebravía (o Fuenterrabía, como se le denominaba anteriorente) existía una instalación hostelera conocida como El Parador. Se encontraba sobre las dunas y su propietario instaló un pequeño funicular para facilitar la bajada de los clientes a la playa para "tomar los baños".
Tal como se puede ver en las imágenes no era más que unas vías colocadas sobre la bajada con el refuerzo de algunas maderas a modo de traviesas. Funcionaba con un motor operado por un empleado y su correspondiente cable de tracción/retención. No tenía capacidad más que para dos personas.