El 12 de noviembre de 1852 se aprobó el proyecto para la primera estación de Jerez. Era un pequeño edificio de madera y ladrillo, nada que ver con el concepto que se tiene actualmente de una estación de ferrocarril. Podemos describirla como una simple cubierta o templete con un edificio destinado a pasajeros, que entraban por los laterales ya que las puertas del centro se destinaban a carruajes.
En el interior existían salas de esperas diferenciadas: una para los pasajeros de 1ª y 2ª clases, y otra para los de 3ª. Tenía zona para mercancías, apeadero, taquilla, casa del guarda…
Estaba en la zona entonces llamada El Ejido en las proximidades de lo que es ahora la plaza Madre de Dios. Con la llegada de la conexión con Sevilla este edificio quedó dedicado sólo a mercancías mientras que los pasajeros usaban un andén aproximadamente donde está la actual.
A partir de 1870 sirvió también como estación de mercancías del tren urbano. El cambio de lugar fue debido a la adquisición de la línea Jerez - Trocadero por los Ferrocarriles Andaluces y su conexión con la de Sevilla. Esto hacía que la estación en El Ejido quedara en un lugar incómodo.