La primera estación de tren de Cádiz, provisional y de una sola planta de madera, funcionó entre 1861 y 1905 junto a los muelles, perteneciente a la Compañía de Andaluces. La primera locomotora llegó el 13 de marzo de 1861. Su prolongada duración se debió al conflicto entre la compañía y el Ministerio de la Guerra sobre la ubicación definitiva de la nueva estación.
Concebida como la estación término de la línea Cádiz-Sevilla, esta pequeña "barraca" de madera se situó cerca del muelle, entre los baluartes de Santiago y Los Negros.
Los pasajeros accedían a la ciudad por la Puerta del Mar, ya que el Ministerio de la Guerra denegó la solicitud de abrir una nueva puerta en la muralla frente al convento de Santo Domingo.
La foto de 1898 de la estación de Cádiz y el "tren botijo" muestra a la izquierda el tejado del convento de Santo Domingo y la chimenea de la fábrica de tabacos. El "tren botijo", apodo popular de finales del siglo XIX, se refería a los trenes de excursiones, usados principalmente por las clases populares. El nombre surgió porque los viajeros llevaban botijos para combatir el calor en los largos trayectos.
El calificativo se extendió a todos los trenes abarrotados que iban a lugares de veraneo o festejos. A Cádiz llegaron para los carnavales a partir de 1893.
El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía publica en su página de Facebook los planos del proyecto de este edificio.