Según publica José A. Tartajo en electrovia.blogspot.com el primer tranvía urbano en España no circuló en Madrid, como habitualmente se había dicho. Recoge un artículo de la revista Vía Libre firmado por Francisco Sánchez Martínez titulado “Apuntes para una historia del tranvía de sangre de Jerez de la Frontera”.
Según explica, inició el servicio el 13 de abril de 1859 y se mantuvo hasta 1890. Su recorrido era desde la plaza del Arenal hasta la estación de ferrocarril y era conocido popularmente como “el bombo”. Aparece una referencia en el periódico La Esperanza el 19 de octubre de 1863 que dice literalmente: “Escriben de Jerez de la Frontera que el día 14 por la tarde llegó a aquella ciudad la Emperatriz Eugenia, a quien recibió el señor alcalde, negándose aquella a admitir carruaje. Desde la estación a la ciudad fue la Emperatriz en el coche que sirve para la conducción de los viajeros por el tram-vía que atraviesa la población. Allí fue a pie por diversas calles, visitando la bodega del Sr. Garvey y el patio del Casino, regresando en el mismo coche a la estación, donde montó en un tren especial que al efecto se dispuso”.
Al hablar de la emperatriz se refiera a la española Eugenia de Montijo, casada con el emperador francés Luis Napoleón III. El rechazo a utilizar el coche de caballos previsto por el alcalde de la ciudad bien podría ser por lAl hablar de la emperatriz se refiera a la española Eugenia de Montijo, casada con el emperador francés Luis Napoleón III. El rechazo a utilizar el coche de caballos previsto por el alcalde de la ciudad podría ser por la oportunidad de viajar en aquel vehículo tirado por dos caballos, lo cual hubiera sido imposible en Paris dado sus rango de emperatriz.
En un documento de 1872 del archivo municipal de Cádiz se habla de la importancia del tranvía en otras ciudades para transportar a los pasajeros hasta las estaciones de ferrocarril y pone como ejemplos a Sevilla y Jerez.
El recorrido de esta “ferrocarril de sangre” era: antigua estación de ferrocarril, Cartuja, Medina, Trinidad, Angustias, Corredera, plaza del Arenal, Lancería, Larga, Porvera hasta llegar a la Victoria. En la esquina de Corredera y Arenal, donde hoy hay una oficina del banco Santander, existió el bar “El Bombo” en recuerdo de aquellos tranvías, los cuales tenían allí parada fija.
a oportunidad de poder viajar en aquel vehículo tirado por dos caballos, lo cual hubiera sido imposible en su Paris de residencia, dado sus rango de emperatriz.
En un documento del archivo municipal de Cádiz de 1872 se habla de la importancia del tranvía en otras ciudades para transportar a los pasajeros hasta las estaciones de ferrocarril y pone como ejemplos a Sevilla y Jerez.
El recorrido de esta “ferrocarril de sangre” era: antigua estación de ferrocarril, Cartuja, Medina, Trinidad, Angustias, Corredera, plaza del Arenal, Lancería y Larga, Porvera hasta llegar a la Victoria. En la esquina de Corredera y Arenal, donde hoy hay un banco Santander, existió el bar “El Bombo” en recuerdo de aquellos tranvías, los cuales tenían allí parada fija.
La concesión corría a cargo de Tomás Díez y Carrera, fundador de la bodega Díez Hermanos y creador de la antigua banca Díez-Vergara. El servicio era deficitario y además obligaba al ayuntamiento a parchear continuamente el adoquinado por lo que lo clausuró. Dio la opción a los concesionarios de prestar el mismo servicio con el mismo trazado pero con Ripperts con ruedas de llanta de goma.
Poco después otra empresa inicia también servicios urbanos con Ripperts, compitiendo ambas. En los años 20 del siglo XX aparecen otras dos empresas con este mismo tipo de “tranvías” y recorridos diferentes.